Cristóbal Cabernet Sauvignon,
un vino global
En el mundo del vino el tinto es el rey. Y entre los tintos, el rey es el Cabernet Sauvignon. ¿Por qué? Por su gran capacidad de adaptación a diversos climas y terruños, gracias a que las bayas de sus uvas tienen la piel gruesa y esto facilita su cultivo. De origen francés (nació en Burdeos, hija del cruce entre la uva tinta Cabernet Franc y la uva blanca Sauvignon Blanc) es la cepa más plantada en el mundo.
Así también es el Cristóbal Cabernet Sauvignon: versátil, ideal para toda comida y clima. Es el compañero perfecto de las carnes rojas, claro, pero también de unos quesos, platos condimentados con hierbas como un risotto o pastas rellenas. La mejor compañía para las noches de invierno.
Aunque su ascendencia es francesa, nuestro Cristóbal Cabernet Sauvignon es oriundo de Ugarteche, Luján de Cuyo, en la provincia argentina de Mendoza, una zona en la que se intensifica el carácter frutado de la cepa, complejizando sus aromas. Tras haber pasado 5 meses en contacto con roble francés y americano (20% del vino), adquirió un carácter elegantemente áspero, con aroma a tabaco, cuero y especias.
MÁS SOBRE EL CABERNET SAUVIGNON
- 14.278,80 hectáreas plantadas en Argentina.
- Casi 11.000 de esas hectáreas de CS están en Mendoza.
- Representa el 12% del total de las variedades tintas del país.
- En Argentina se obtienen al menos tres estilos propios de Cabernet –según se planten en noroeste, en Cuyo o en zonas más australes- con una particularidad: todos provienen de climas continentales, algo muy poco frecuente en otras partes del mundo.
- Su día se celebra en todo el mundo el 29 de agosto.
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